Federico Gama y el laberinto de la identidad

 

Federico Gama durante el taller en el Planetario Tabasco 2000. ©2013 Francisco Cubas

Federico Gama durante el taller en el Planetario Tabasco 2000. ©2013 Francisco Cubas

Federico Gama no quería ser fotógrafo. O al menos eso es lo que él nos cuenta. Originario del barrio de Tacubaya, fue un chavo de barrio se dedicó al boxeo, el punk y los excesos durante buena parte de su primera juventud, hasta que sensibilidad lo devolvió a las aulas. Como si tuviera que compensar el tiempo perdido, estudió dos carreras consecutivamente, Comunicación y Diseño Gráfico, aunque en realidad él quería dedicarse a la pintura o la escultura, y encontramos así una primera búsqueda de identidad:

“Yo no quería ser fotógrafo, las primeras fotos que hice fueron fundamentales para que yo me dedicara a la fotografía, mi madre me regaló una cámara y con ella hice mis primeras fotos un primero de mayo de 1986. Vi las fotos y dije: “ah caray, tienen buena composición”. Yo no sabía absolutamente nada de foto pero sí sabía de composición porque me quería dedicar a la pintura o a la escultura, pero me las publicaron y entonces dije: “ah, y además son útiles, yo puedo decir lo que yo quiero y lo que yo pienso sobre el primero de mayo, y además sirven para algo”. Entonces en ese momento me atrapó la fotografía documental. Experimenté con muchas cosas, foto construida, de fotos rayadas, pegar cosas, etc, todo eso me gusta porque vengo de una veta manual con el rollo de la escultura, pero finalmente la utilidad que puede tener la imagen fue lo que me motivó y es lo que me mueve. ¿Para qué hago este trabajo si no es útil para algo?”.

Sigue leyendo