Pequeño apunte sobre la historia de las fotos de boda

Carlos Pellicer Marchena y Deifilia Cámara Ramos, los padres del gran poeta, en una foto de 1891.

Carlos Pellicer Marchena y Deifilia Cámara Ramos, los padres del gran poeta, en una foto de 1891.

¿Por qué el novio aparece sentado en muchas fotografías antiguas de bodas? La respuesta rápida es que no lo sé. La pregunta surgió hace unos días en el grupo de Facebook Somos Fans de Villahermosa Tabasco, en referencia a la fotografía de los padres del poeta Carlos Pellicer. En un principio pensé que la postura tendía algo que ver con el papel dominante del hombre en aquellos tiempos, o que la novia permanecía de pie para poder apreciar bien el largo del vestido, pero al investigar el tema recorrí me encontré muchas fotografías antiguas de novios y vi que no hay una postura en particular que domine sobre otras. Se puede encontrar a ambos novios de pie, al novio sentado y la novia de pie, o al novio de pie y la novia sentada.

Al revisar las fotografías me sorprendió encontrar a varias novias vestidas de negro, siendo que actualmente en el mundo occidental el blanco es sinónimo de vestido de bodas (otras culturas, como las orientales, prefieren el rojo). Pero es que durante mucho tiempo el color blanco no se usaba en las bodas y las novias se vestían de cualquier color . Es más, en las cortes europeas el blanco era el color del luto. Fue una boda real la que cambió esto. En 1840, al contraer matrimonio, la reina Victoria de Inglaterra usó un vestido blanco por razones políticas. Una de las  principales preocupaciones en la Inglaterra de aquella época eran los efectos perniciosos que la Revolución Industrial estaba teniendo sobre los fabricantes tradicionales de textiles. En particular la invención de una máquina que hacía encajes estaba perjudicando a los artesanos que todavía los hacían a mano, causándoles pobreza y desempleo. Como un gesto político de solidaridad con ellos, Victoria escogió para su boda una larga pieza de encaje Honinton hecho a mano. El resto del vestido era sólo un vehículo para destacar el encaje, y el blanco se escogió porque era el color sobre el que más luciría. Así, su vestido de bodas fue un símbolo de patriotismo.

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Encuentro poético en Villahermosa

El poeta Hugo Mujica durante un taller impartido en el Encuentro Iberoamericano de Poesía en Villahermosa, Tabasco. ©2013 Francisco Cubas

Hugo Mujica en el taller impartido este jueves al inaugurarse el Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer. ©2013 Francisco Cubas

«hay otras, otras vidas que laten vida:

(…)

es la de hombres que hablan con palabras
que no son palabras
son golpes
contra el pecho de la vida»

Hugo Mujica (1942-)

Semillas para una nueva fotografía en Tabasco

Pedro Meyer en El Submarino. ©2012 Francisco Cubas

No podía haber sido de otra manera. No me imagino a Pedro Meyer visitando un lugar para hablar sobre fotografía sin cuestionar lo que se está haciendo allí, y sin aportar su visión sobre cómo deben hacerse las cosas. Iba más o menos a la mitad de su conferencia cuando mencionó al Centro Fotográfico del Instituto de Cultura de Tabasco: “La toma es sólo una parte de la fotografía, quien piense que ya con la toma está haciendo fotografía se equivoca. La fotografía ya cambió, y tenemos que usar las herramientas tecnológicas que tenemos hoy a nuestro alcance para contar historias. Ayer visité el Centro Fotográfico y vi la exposición que está ahí. Y me parece que seguir simplemente colgando fotos fijas en las paredes es una forma obsoleta de hacer las cosas, es un desperdicio. Ojo, no estoy diciendo que esas fotos estén mal, ni que ya no haya que exponer fotos impresas, estoy diciendo que eso es apenas una parte. Esta exposición, por ejemplo, cuyo tema es el desnudo, tiene mucha información y vivencias alrededor que no están siendo aprovechadas”.

Más adelante, casi al final, retomó el punto para recomendar: “Ustedes ya tienen un lugar muy bueno ahí en el Centro Fotográfico, adecuado para promover la fotografía, pero tienen que juntarse, discutir, reflexionar, porque nadie la va a hacer solo, hay que compartir y unir fuerzas, pero no siguiendo modelos obsoletos, el colgar fotos en las paredes es algo que ya se hecho desde hace cien años, el de hoy es otro mundo, con problemas distintos y a ustedes les toca encontrar soluciones nuevas”.

Fue tal vez el punto más relevante para la fotografía en Tabasco de la conferencia que ofreció el pasado jueves en el auditorio del Museo Regional de Antropología Carlos Pellicer. Tras lo vivido la semana anterior en la conferencia de Carlos Jurado (que llenó por completo el lugar) muchas personas llegamos desde una hora antes, para asegurar un lugar. Y como habíamos supuesto, nuevamente el auditorio, que apenas tiene sillas para 60 personas, se llenó a reventar, a pesar del horario tan poco propicio (mediodía entre semana, cuando la mayoría está en el trabajo o en la escuela). Decenas de personas que llegaron después tuvieron que regresarse sin poder entrar. Cuando las autoridades culturales planearon este festival seguramente no tenían idea de quienes eran Carlos Jurado y Pedro Meyer, ni del interés que despierta entre los jóvenes en Tabasco (y en todo el mundo) la fotografía; de otra manera no les habrían asignado la sede más pequeña de todas las usadas en el festejo.

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