La fotografía siempre miente

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El siguiente texto parte de una famosa foto de fútbol, pero su punto principal es una de las características que componen toda fotografía, así que pido paciencia a los lectores que no comparten el gusto por el juego. Se trata de una de las fotografías más famosas en la historia de las Copas del Mundo. En ella podemos ver a Diego Armando Maradona enfrentando a seis jugadores belgas en el partido inaugural del Mundial de España, en 1982. El contraste del verde del pasto con el rojo de la playera belga, el orden en que los defensores se apresuran a diestra y siniestra, la delicadeza de bailarina con que Maradona conduce el balón, todo se conjuga para que la imagen sea memorable. Pero además consigue transmitir (al menos a quienes gustan del fútbol) un sentido mitológico: aquí está el mejor jugador del mundo en aquella época, y ante él los defensas se arremolinan llenos de pánico frente a su portería, para evitar que los drible a todos (portero incluido) antes de llevar el balón al gol.

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